Así como las dalias afloraron este mes en mi jardín, también varios sentimientos acompañados de preguntas…
Cómo celebrar un día en honor a ese ser que amas tanto y que se encuentra lejos, o cuando esa presencia física ya no está, o cuando esa figura tan importante en tu vida estuvo más ausente que presente y lo sigue estando… o cuando es una relación complicada, cómo te reconcilias con una celebración en la que crees que no estás incluida, de la que no haces parte…
Y uff llegar a esa respuesta, aunque yo la llamaría más propuesta, llevó días, sin embargo, me hizo mucho sentido:
Lograr maternarnos a nosotres mismes.
Y ahora la pregunta era cómo… después de darle varias vueltas y hablarlo con varias amigas, aparecieron sugerencias…
Como cuidándonos desde el amor…
Apapachándonos con esa comida deli que tanto nos gusta, sobre todo en esos días difíciles…
Escuchando nuestro cuerpo cuando nos pide parar para tomar un descanso y por qué no, consentirlo con algún masajito.
Acompañando nuestras emociones al permitirles ser, expresarse, salir a flote.
Nutriendo nuestros sueños aprendiendo eso que tanto hemos pospuesto.
Siendo nuestro propio refugio cuando todo pesa y ese abrazo donde llegar, siendo nuestro propio hogar.
Porque nos enseñaron que maternar era algo que recibíamos, y lo cierto es que es algo que también podemos brindarnos.
Hace mucho bien, maternarnos.
Espero que esto se haya sentido como un abracito en medio de la lluvia.
Y para despedirme quiero dejarte algunas cositas e ideas que nos encantan en Alcachofa y Romero que podrían ayudarte en este proceso de maternarte:
-Una velita sanadora de Glou para armonizar tu espacio.
-Unas cartitas con mensajes de afirmación para cuidar tus pensamientos.
-Una taza lindísima para prepararte un cacao deli que te apapache el corazón.
-Un aceitito relajante para consentir a tu cuerpo con un masajito después de un día laaaargooo.
Y si se te ocurren más ideas sobre cómo maternarnos me encantaría leerte en los comentarios...